lunes, 19 de noviembre de 2012

CIBERBULLYING, ¡pasó la raya!



El inmenso mar informativo, y las millares de formas de acceder a él sin ser visto, conservando el nombre y procedencia en el anonimato, permite, que información privada se haga pública sin el mayor riesgo (para quien pública). Esto es claro para muchos estudiantes de colegios élites en Bogotá. Y se está convirtiendo en un problema generacional, que ha de hallar una solución rápida para no desembocar en una carrera contra el tiempo.

La Revista Semana, publicó un informe acerca de una nueva tendencia en jóvenes entre los doce y catorce años; allí, quedo al descubierto una  modalidad peligrosa y sumamente dañina: niñas y niños publican en la red fotos de sus compañeros de colegio desnudos. “Si yo te gusto me lo tienes que demostrar mandándome una foto tuya desnuda. Y una vez con la imagen, el chico o la chica, se la comparte a sus amigos y ellos a su vez a sus amigos y así sucesivamente”, resume una de las autoridades de un colegio.

Hay una pregunta que me surge, ¿el amor será tan cruel de pedir pruebas tan maléficas?, y todo porque nuestra generación, alcanzo a encontrarse en un tiempo con esta misma frase, y no era pues que uno se empelotara y mostrará su cuerpo “vendiéndolo”, ¡tenía que entregarlo! Viéndolo de esta forma, se podría decir que esta “pruebita” ha evolucionado para adaptarse a la era cibernética.

Lo que en realidad causa escalofrío no es la desnudez, por que por más que se estigmatice -y sea refugio de pervertidos- no deja de ser hermosa; aquí lo que causa estremecimiento es la edad de estos chicos, ¿por qué un niño o una niña llega a acceder a este tipo de peticiones?, ¿será que el autoestima de nuestros hijos está pendiendo de un hilo o hace falta restricciones, educación, valores, ejemplo?

En casa debe estar la respuesta. Por que en Internet vemos los resultados. No sobran los ejercicios pedagógicos en los colegios, -aunque en ellos no se haya levantado ningún caso denunciado-, no queremos que los resultados de estos ciberjuegos infantiles, sin normas y sin control sigan pasando la raya, y terminemos tratando de remediar un mal que no se frenó a tiempo y las consecuencias cobren la vida a causa del  “ciberbullying”.

Por: Mónica Mahecha

No hay comentarios:

Publicar un comentario